Ana Peleteiro decepciona en París y acaba sexta en triple salto
La saltadora española acaba sexta sin opción de revalidar medalla
Thea LaFond es la nueva reina olímpica de la especialidad
Resultados completos de la final olímpica de triple
Ana Peleteiro no ha podido repetir medalla olímpica en los Juegos de París. La española, bronce en Tokio, ha completado un concurso muy discreto en el Estadio de Francia y en ningún momento ha dado la sensación de tener fuerzas ni sensaciones para subir de nuevo al podio olímpico de triple salto. Su mejor marca de 14,59 metros está muy lejos de lo que ya ha demostrado que es capaz de hacer y le ha condenado en una final de menor nivel por la baja de la reina de la especialidad, Yulimar Rojas.
Y es que el mejor salto de Ana Peleteiro en esta final olímpica de París se quedó en 14,59 metros. En la anterior final olímpica en Japón se llevó el bronce con 14,87 metros, su mejor marca personal, pero no hay que remontarse tan lejos para encontrar un resultado similar. Hace dos meses, se proclamó campeona de Europa en Roma con un mejor intento de 14,85 metros.
En el momento de la verdad, se ha quedado a casi 30 centímetros de sus mejores registros en los grandes días. Y solo hacía falta saltar un poco más lejos para colgarse medalla en una final muy barata, ya que la estadounidense Jasmine Moore se colgó el bronce con 14,67, 20 centímetros menos de lo que Peleteiro consiguió en junio en el Estadio Olímpico de Roma. Los números hablan por sí solos de la gran oportunidad que se le ha escapado en París a la saltadora española.
A poco más de un mes de los Juegos Olímpicos, Peleteiro aseguró con rotundidad que no tenía «ninguna duda» de que sería capaz de rebasar la barrera de los 15 metros por primera vez en su carrera. Si esa confianza hubiera encontrado refrendo sobre el tartán, podríamos estar hablando de un oro olímpico, ya que Thea LaFond se ha quedado la mejor medalla con un salto de 15,02 metros. Hace tres años, Yulimar Rojas, compañera de entrenamientos de Peleteiro y baja en París por una lesión en el tendón de Aquiles, saltó 15,67 en Tokio, récord mundial que sigue vigente. 65 centímetros más. Casi nada.
Dos saltos malos y cuatro regulares
El concurso de la española empezó con un 14,55 que sonaban a buen calentamiento, a esperanza en mejores marcas, pero durante el resto de la noche solo pudo ir cuatro centímetros más lejos. Lo hizo en su cuarto salto, cuando ya jarreaba sobre el estadio parisino y parecía difícil que las marcas fueran a mejorar. Así ocurrió en general, ya que la dominica LaFond superó los 15 metros antes de que empezara a llover, igual que sucedió con los 14,87 metros de la jamaicana Shanieka Rickkets, dueña de la plata.
Fue un quiero y no puedo de Peleteiro, por más que gritara y se animara en voz alta antes de cada salto, por más que fuera a pedir el consejo entre intento e intento de su entrenador Iván Pedroso, o el consuelo de su marido y saltador Benjamin Compaoré. Nunca se sintió a gusto y nunca llegó ese esperado salto de 15 metros que le hubiera transportado a otro capítulo de gloria olímpica. Ni siquiera uno un poco menos ambicioso que también hubiera bastado. No era el día.